
Creo que es algo típico de la edad, porque en mis anos como maestra he confiscado muchos horóscopos de revistas y periódicos que mis estudiantes traen al salón para usar durante el tiempo de lectura. Muchas veces me preguntan que signo soy, y he aprovechado esas oportunidades para hablarles sobre mi creencia cuando se habla de espiritismo. “No creo en eso y no lo quiero escuchar”. No permito que me lo lean, porque, como diría un personaje en Colombia, “El Diablo es puerco” y es mejor andarse con cuidado.
Cada vez que se habla de suerte, lectura del futuro y de horóscopos, viene a mi mente la historia de Eliezer.
Eliezer era mi maestro de Estudios Sociales de 9no grado. Como les dije antes, en esta época de mi vida, yo me sentaba con mis amigas en el salón de clases y pretendíamos leer el periódico, cuando realmente estábamos con los ojos “calvados” en la pagina del horóscopo. No paso mucho tiempo para que Eliezer se diera cuenta de lo que hacíamos. Quizás por el nerviosismo de haber sido “atrapadas” con las manos en la masa, una amiga le pregunto al profe cual era su fecha de nacimiento, y el, creo que sin pensarlo mucho, la dijo.
Casi de inmediato, ella comenzó a leer su horóscopo. No recuerdo mucho los detalles, pero si el principal; el horóscopo advertía que tuviera cuidado porque un accidente ocurriría antes que el día terminara.
Al final de la tarde cuando salí del salón de matemáticas, vi varios estudiantes parados frente a las escaleras y en medio de ellos alguien sentado en el piso. Mas tarde supe que había sido Eliézer, el pobre había rodado por las escaleras pero no supimos sobre su condición hasta el día siguiente.
Cuando llego la hora de la clase, un adolorido hombre (de mas de 6 pies de estatura) entró por la puerta, puso sus libros y comenzó a contarnos su odisea. Confesó como, durante todo el día había estado tratando de evadir “accidentes” por aquello que alguien fuera a pensar que el hecho de que el tuviera un accidente significaba que el horóscopo era real. “Venia despistado, traté brincar dos escalones para no caerle encima a un estudiante y tropecé con unos libros que habían en los escalones, me aguanté, trate de agarrarme de las barandas pero finalmente me caí.”
Entre risas nos explico, lo que antes no había tenido la oportunidad, o la valentía, las bases espiritistas de los horóscopos. Al final dijo, “Cuando leemos el horóscopo le damos permiso al Enemigo de poner cosas en nuestro camino para que parezca que los horóscopos son reales. Me hubiera caído por esas escaleras como quiera. Lo hubiera dicho el horóscopo o no. Me caí porque me descuide.” Ese dia aprendi que al abrir mis ojos a ese tipo de lectura, le abria mi mente al enemigo para que me hiciera creer que alguien mas, despues de Dios, sabe el futuro. Que error!
Hoy día cada uno de nosotros estamos siendo bombardeados por ideas espiritistas, aunque no las veamos. El enemigo es inteligente y no nos pone estas ideas claras, porque sabe que nadie les haría caso, por el contrario, las disfraza con historias tristes (como la de la esposa que no pudo decirle adiós al esposo que murió, o la hija que nunca le confeso a su padre que lo amaba).
Existen tantos programas donde la gente puede ver el futuro y decirte lo que te va a ocurrir para que tu, a toda costa, puedas evitarlo. Y en nuestra ignorancia, nosotros, aunque tenemos un mensaje real de que es Dios quien único conoce el futuro, y conocemos al un Salvador que ya trazo el futuro, decidimos escuchar estos mensajes sin darnos cuenta de cuanto daño le hacemos a nuestra mente.
No solo hay programas en la televisión sino que hasta en las novelas están promoviendo esta clase de pensamientos donde los protagonistas van a que alguien les lea la mano, o el tarot, o las cartas. Me sorprende que es en esos momentos cuando el Enemigo esta atacando nuestra mente y nosotros no tenemos el coraje (la valentia) de cambiar el canal, cambiar de programa y rechazar algo que se queda trabado en nuestro subconsciente.
Peor aun, nuestra debilidad hacia este punto es a veces tan grande (sin generalizar) que, si estamos en casa de algun amigo o familiar, y algo así sale por la televisión, nos quedamos ahí, en vez de, con amor, explicar las razones por las cuales el programa te resulta incomodo y prefieres salirte del lugar o pedir amablemente que cambien de canal.
Cuando era Chiquita conocí a la mama de una amiga que, cuando Walter Mercado salía a decir el horóscopo, ella subía el volumen del televisor y desde la cocina nos mandaba a callar para escucharlo. Ya después ella tenia tiempo de terminar de cocinar y enviar a sus hijos a leer la lección de escuela sabática ¡antes de dormir! (funny) Si, estas cosas se están colando en nuestro medio, quizás del mismo modo y por las mismas razones que en el pueblo de Israel. (Éxodo capítulos 31 al 34)
Cuando se dieron cuenta que Moisés subió a hablar con Dios y tardaba en bajar, el pueblo tuvo miedo. Solo basto sentirse solos una vez para que le pidieran a Aarón que les construyera un becerro. Entonces, en medio de la algarabía, el pueblo dice estar haciendo celebración a Jehová (algo común en las fiestas paganas). Wow, cuantos de nosotros nos estaremos comportando del mismo modo? Sitiándonos solos en este mundo y recostándonos en espiritismo para encontrar esperanza?
Hace varios anos un pastor comento en un tema sobre este particular, que había conocido mujeres en su iglesia que debían mas de $500 en llamadas telefónicas a esas personas que te dicen el futuro. Como jóvenes, instrumentos de un Gran Dios, debemos tener cuidado de lo que estamos dejando que entre en nuestras mentes y en nuestros corazones, porque al final “de la abundancia del corazón habla la boca”.
Que piensas tu?
Aquí les dejo un link de una pagina que tiene mucha información sobre el espiritismo, una guía de versículos que contesta estas y muchas preguntas mas.
http://www.escondidosda.net/html/juan/1juan11.html